Ha llovido, de manera que es un buen momento para recolectar níscalos. Los mezclaremos con los últimos tomates de la temporada, los limpiaremos y pondremos en una cazuela, sin caldo, para que suelten todo el sabor, tapados y a fuego lento.
Un manjar ideal para compartir, sólo nos falta terminar el plato, por ello le añadimos:
Unos poquitos de garbanzos que ya hemos cocinado
Pimientos, también de nuestra huerta
Un poquito de jamón
y las especies que más te gusten
Delicioso
Tenemos la ventaja de encontrarnos en una zona privilegiada a nivel culinario por la calidad de sus productos alimenticios; prevalecen la agricultura y la ganadería de carácter expansivo y en la que aún se utilizan métodos de producción mínimamente mecanizados. Tierra de “secano” en la que el lento crecimiento y el escaso riego permiten que animales y plantas se desarrollen con lentitud, aprovechando al máximo las cualidades del terreno y respetando por lo tanto los tiempos de crecimiento y desarrollo.
Por ello, nuestra materia prima es de excelente calidad, proviene principalmente de productores locales, personas a las que conocemos de primera mano y sabemos que toda su producción se rige por estándares de garantía y calidad transferidos de generación en generación por los hombres y las mujeres que han trabajado la tierra, que la conocen y saben tratarla para obtener los mejores productos.
Hablamos de alimentos naturales, sabrosos, ricos a nivel alimentario y gastronómico.
Alimentos para disfrutar, para dejarse llevar.
A finales de 2019 decidimos comenzar una nueva aventura de vida que por fin, después de dos años y de una pandemia hemos conseguido poner en marcha. La aventura tiene nombre y se llama Andurina, y las aventureras somos dos mujeres, Cris y Luzma, dos pueblerinas de nacimiento y corazón que después de bastantes años aprendiendo, trabajando y formándonos por diferentes ciudades decidimos escucharnos a nosotras mismas y volver a nuestros orígenes.
No queremos formar parte del “vaciado” de los pueblos pero si ser parte activa de ese otro movimiento, minoritario y silencioso, por el momento, de aventureras y aventureros que desde la acción están trabajando en el “llenado” de este tesoro que es nuestro medio rural.
Nos han advertido de que es una aventura arriesgada, incluso peligrosa, pero ¿Qué aventura se encuentra exenta de riesgo? Para nosotras es un reto. El reto de sacar adelante un proyecto empresarial en un pueblo pequeñito, de la España vaciada, con una población envejecida y muy mala cobertura de internet, … pero creemos que no hay nada más estimulante que un buen reto para hacer que la sangre circule más rápido por nuestras venas. ¿Te unes?